Las fiestas principales son en honor a la Virgen del Pino, patrona de la localidad, y San Roque. Se desarrollan entre el 14 y el 18 de agosto. Las fiestas comienzan con la Pingadas de los Mayos (mayos, ejemplares de pino albar de unos 25 metros de longitud que se levantan por los jóvenes de la localidad y señalan la fiesta) en la plaza Mayor y frente a la ermita de la Soledad. Se realizan profesiones y ofrendas, como la de la Vela, y se hacen campeonatos de diferentes deportes, entre los que destaca la pelota a mano. Entre los actos que se realizan en estas fiestas destaca el de La Pinochada.
Se llama pinocho a la rama del pino. El día 16 de agosto en misa de 11 se bendicen los pinochos que son portados por las mujeres y niñas de la localidad que visten sus vestidos típicos, trajes de piñorras.
A la salida de la iglesia se forman dos grupos de hombres que guardan rigurosa formación, armados de rodelas y espadas. Los hombres están divididos, atendiendo a su estado civil, en dos cofradías, la de Nuestra Señora del Pino para los casados y la de San Roque para los solteros. Las cofradías se enfrentan en una danza singular en la que van agarrados del brazo girando y golpeando con las espadas las rodelas del bando contrario. Después de tres encuentros la batalla es ganada por los casados. Seguidamente son las mujeres las que se enfrentan, casadas contra solteras con su pinocho. De este enfrentamiento también salen triunfantes las casadas.
Las mujeres, todas juntas, arremeten contra todos lo hombres (hayan o no participado en el acto y sean o no del lugar) cuando golpean al hombre con el pinocho deben decir «¡De hoy en un año!» a lo que el hombre debe contestar «¡Gracias!». La leyenda marca el origen de este acto tradicional en la victoria que los vecinos de Vinuesa obtuvieron en el enfrentamiento con otros pueblos sobre la pertenencia de un pinar comunal en el cual apreció un imagen de la virgen (la virgen del pino) en uno de los árboles, pero dicho árbol tenía la copa en territorio visontino y la base en el del pueblo vecino. La pelea por la posesión se decidió en contra de los visontinos hasta que intervinieron las mujeres de Vinuesa armadas con pinochos que lograron la victoria para su pueblo. El acto parece encuadrarse en los ritos nupciales de segregación en los cuales para pasar de un grupo social a otro de deben realizar diferentes pruebas o ritos unos para disgregarse de aquel al que pertenecía y otros de incorporación al grupo nuevo.
Una de las más importante tradiciones de la comarca es la de levantar el mayo. A esta celebración se la denomina «Pingada» y se realiza durante las fiestas. El mayo, ejemplar de pino albar de unos 25 metros de longitud que se levantan por los jóvenes de la localidad el primer día de las fiestas y se retira al finalizar estas.